Big Red Mouse Pointer

lunes, 24 de junio de 2013

NUESTRA HISTORIA: JUEGO DE LA SUPERVIVENCIA


NUESTRA HISTORIA: JUEGO DE LA SUPERVIVENCIA
CAPÍTULO 12 - MEMORIAS DE ASHLEY

12 de junio del 2012
5:15 de la mañana

Silencio, un extraño y tenso silencio recorría las calles Stone City por la que el grupo de supervivientes habían escapado de la marea de muertos vivientes, algo de viento comenzaba a levantarse y a mecer la ramas de los árboles, oscuridad, una absoluta oscuridad ocultaba entre sus sombras a los montruos sedientos de sangre que acechaban en busca de presas, solo unas leves luces proyectadas por las farolas parpadeantes iluminaban ligeramente las calles. En los tablones de anuncios, en muros, farolas y puertas se podían ver carteles con un ``se busca´´ con fotos de niños, adultos, ancianos, mensajes rogando a aquellas personas que volvieran a casa, su familia la esperaba. Algunos carteles parecían ya muy viejos, pues estaban descoloridos y otros en cambio, parecían no llevar demasiado tiempo allí puestos.

Una chica de cabello rubio y corto se acercó a una casa con la puerta de madera y coge un cartel de aquellos de ``se busca´´ ya algo viejo y desteñido por el paso del tiempo, en la imagen salía su foto, salía mas joven que ahora y sonriendo, en el título ponía: Se busca a chica adolescente desaparecida hace unas semanas´´.

La joven tiró el papel al suelo, la puerta de la casa estaba medio abierta, solo tuvo que empujar levemente para abrirla del todo y en silencio, paso a paso comenzó a entrar en la casa, su vestido blanco de tirantes y su falda blanca estaban llenas de sangre, sus zapatillas blancas comenzaban a pisar cristales que había por el suelo, los cuales comenzaban a crujir, sus ojos oscuros miraban la casa de un lado a otro mientras caminaba lentamente por el pasillo. Entonces se detuvo en medio del pasillo, a la derecha estaba la entrada al salón, a la izquierda una escalera que subía a la segunda planta y todo recto la puerta que bajaba al sótano.

La joven se diriguió andando lentamente y en silencio al salón, toda la casa estaba a oscuras y sumida en un extraño silencio, aquella casa, alguna vez fue una casa familiar llena de risas, donde ella, sus padres y sus hermanos solían pasar agradables momentos familiares, apoyandose entre ellos en los buenos y malos momentos, una casa muy bonita que ahora se encontraba destrozada, cuadro rotos, muebles y cristales por el suelo, manchas de sangre por las paredes y el inmoviliario... Todo a oscuras, en silencio, la chica veía gracias a que las persianas del salón estaban levantadas y dejaba entrar la luz de las farolas cercanas que iluminaban ligeramente la estancia, entonces la chica vio el contestador tirado en el suelo,este tenía una serie de mensajes grabados, la rubia pulsó el botón y saltó el mensaje, un mensaje dirigido a ella de su madre:

–Ashley, soy mamá, cariño, si estás escuchando esto es que estás en casa y tus padres y hermanos la hemos abandonado, han venido a evacuarnos unos soldados, pero nos hemos separado del grupo, soldados y civiles han comenzado a morir cuando un grupo de zombies nos sorprendió de camino a la base militar que hay en el centro de la ciudad . Ashley... tu papá fue mordido por una mujer que estaba ya muerta, era uno de esos zombies, está muy mal. Si no estás escuchando esto, espero hija mia, que estés donde este te encuentres bien, por favor, por favor hija... quiero que sepas que te queremos y deseamos que estés bien, estés donde estés, te echamos mucho de menos... – decía aquella voz femenina con la voz quebrada, se notaba que aquella mujer estaba apunto de romper a llorar.

–Madre... –Respondió la joven con un tono bajo, casi susurrando al oir aquella voz maternal. Entonces saltó un segundo mensaje:

–Hija, si escuchas esto, quiero que sepas que estamos cerca del helipuerto, tu papá está cada vez peor, tu hermana pequeña, Miriam, está con mucha fiebre y tu hermano mayor Mike, salió en busca de medicinas hace un buen rato y no volvió, no se porque tarda tanto, hace mas de una hora que se fue y la farmacia no está muy lejos, estoy muy preocupada por él. Hija te quiero, quiero que lo sepas mi niña...– decía aquella mujer entre lágrimas. –Yo... ¿Sam?, ¿que haces en pie?, ¿Sam que haces?, Sam responde amor mio,¡Sam!, ¡Oh Dios Sam!, ¡no, no te acerques mas!... –Entonces la rubia escuchó en la grabación el grito de su madre y la grabación se cortó tras dejar como último sonido un extaño gemido idéntico al de muchos de los zombies que ya había visto.

Ashley cayó de rodillas al suelo, con los ojos llorosos, se llevó las manos a la cara y rompió a llorar, entendía que su madre había muerto a manos de su padre y seguramente también su hermana pequeña y probablemente su hermano, quien no volvió de su viaje en busca de medicinas. La chica lloró durante un buen rato, hasta que no pudo llorar mas, entonces decidió ponerse en marcha a algún sitio, no sabía donde ir, tal vez iba al centro de la ciudad o intentaba escapar de la ciudad por su cuenta, quien sabe, solo era una chica adolescente, sin familia, sin hogar e indefensa.

La chica se puso en pie tras unos momentos llorando y comenzó a andar de nuevo por el pasillo, al fondo la puerta estaba abierta, lentamente se diriguió a la calle, pero a mitad del pasillo, mientras pasaba sus dedos rozando una mesilla cubierta de polvo y dejando una marca por donde estos pasaban, hasta que sus dedos chocaron con un objeto. La joven se paró y miró un marco con una fotografía, agarró el marco con ambas manos y observó una foto donde salía ella, con sus hermanos y sus padres. Abrió el marco y sacó la foto, la dobló a la mitad y la guardó en un pequeño bolsillo que tenía su vestido.

Después abrió un cajón de la mesilla en busca de algo, en el interior del cajón había una cinta roja que le compró un día su madre, fue el último regalo que recibió por parte de ella antes de su desaparición. Lo cogió y mirándose a un espejo que había lleno de grietas en la pared, se miró al espejo y se lo ató a la cabeza haciéndose un lazo con el, después la chica salió por la puerta y echó un último vistazo hacia atrás, aun con los ojos rojos y llorosos, hacia lo que fue en un pasado el hogar en el que creció rodeada de su familia y del que tanto tiempo estuvo alejada...

Al mismo tiempo que Ashley descubría lo que ocurrió con sus padres en su casa por medio de la grabadora, en la discoteca Nick y Nicole estaban pasando apuros, como Débora, Morís y Emi en la iglesia o Liam y Carley en el autobús escolar.

-¡Cuidado! - gritó la rubia saltando hacia la derecha, dando una voltereta y poniéndose en pie sosteniendo su pistola cuando una de las dos criaturas se descolgó del techo, Nick repitió el mismo proceso que Nicole cuando la segunda criatura se descolgó del techo poco después que la primera, solo que él como única arma tenía aquellos puños americanos.

–¿Qué vamos hacer Nicole? –preguntaba Nick al ver como los zombies comenzaban a andar letamente hacia la dirección de ambos.

–¡Corre! –gritó la chica quien salió corriendo al igual que Nick evitando a los zombies. Los dos monstruos comenzaron a correr a gran velocidad hacia ellos, uno de esos seres saltó con una de sus afiladas garras en alto hacia Nick, este miró hacia atrás y salto hacia un lado evitando el golpe, aquel ser con su garra decapitó a un zombie que estaba en la misma dirección que Nick, el cual ya salió corriendo junto con Nicole hacia unas escaleras que subían a la segunda planta.

Tras llegar a la segunda planta, Nick cerró la puerta de la habitación a la que entraron, Nicole echó un vistazo rápido y vio que desde ese cuarto se controlaban las cámaras de seguridad, la música, la bola de discoteca y las luces de la discoteca. Entonces la puerta salió volando y las dos criaturas entraron de golpe, la puerta chocó con los mandos y entonces estos reaccionaron, todo se quedó a oscuras, luces de colores se encendieron y al igual que la bola de discoteca comenzaron a girar llenando de círculos de colores toda la sala de la planta baja.

Segundos después de apagarse las luces de la discoteca, de activarse las luces de colores y bola de discoteca se activó una música discotequera bastante pegadiza a todo volumen, Nicole y Nick se taparon los oidos por lo fuerte que sonaba la música, aquellos seres rosados parecían algo confusos ya que no paraban de mover la cabeza de un lugar a otro y a lanzar garrazos aleatorios en varias direciones como si no supieran donde se encontraban sus presas con exactitud, poco a poco los zombies iban subiendo la escalera, Nicole y Nick tenían que salir de ahí, pero esos dos monstruos estaban delante tapando la puerta por la que podían salir.

–¡Parece que son ciegos, se están guiando por el sonido por eso están confusos, no saben a donde atacar ya que la música rebota en todas direcciones, tenemos que aprovechar la oportunidad de salir de aquí ahora que están confusos! –gritaba Nicole a Nick.

Su voz se escuchaba poco debido a la fuerte música. Fue entonces cuando las dos criaturas saltaron a la vez en dirección a Nick y Nicole, estos a su vez se agacharon y las criaturas volaron por encima de estos, una vez cayeron al suelo, Nick y Nicole se pusieron en pie y salieron corriendo hacia la salida, una vez salieron por ella, se toparon con los zombies subiendo las escaleras lentamente.

–Yo me encargo de despejar el camino –gritó Nick mientras corría hacia los no muertos y se abría camino a puñetazos, haciendo que cayeran rodando por las escaleras.

Una vez bajaron Nick y Nicole a toda prisa hacia la planta baja, saltando o rodeando a los zombies que intentaban ponerse de nuevo en pie, un fuerte golpe aporreó violentamente la puerta y cientos de gritos se podían distinguir entre el sonido de la música.

–¡No me jodas! –gritó Nick al ver a un montón de zombies rompiendo ventanas y entrando a la discoteca, una gran horda fue atraida por la música que sonaba a todo volumen y sus luces paracían ser una invitación para los zombies de los alrededores, delatando la posición de ambos humanos.

–¡La puerta no aguantará mas! –respondió Nicole elevando mucho la voz para que esta sonara por encima de la música y Nick la escuchara.

En ese momento varios zombies entraban por las ventanas rotas y corrían hacia los dos supervivientes

–¡¡Corre, a la puerta trasera!! –gritaba Nick, quien cogió de la mano a Nicole y tiró de ella.

Ambos salieron corriendo mientras eran perseguidos por varios zombies que se diriguían a ellos corriendo y gritando, fue entonces mientras corrían iluminados por las luces de colores cuando sonó un golpe muy fuerte

–¡¡Oh Dios mio, corre Nick!! –gritaba Nicole al mirar hacia tras y ver como la puerta fue destrozada y una horda de incontables zombies entraban corriendo en la discoteca.

Cuando Nick y Nicole alcanzaron la puerta, la abrieron e inmediatamente la cerraron colocando un gran y pesado cubo de basura delante de la puerta. Nada mas hacerlo la puerta fue golpeada con increible violencia desde el otro lado, Nicole y Nick sin pensárselo dos veces salieron corriendo por un callejón, la música se escuchaba con fuerza hasta en el exterior, era cuestión de tiempo que atrajerá a una gigantesca marea de muertos.

Mientras tanto, en el autobús escolar, Carley apuntaba con la pistola a los zombies que venían de ambos lados del autobús, mientras Liam se desangraba en el suelo, aun con la mano en el cuello tapándose la herida, su piel cada vez estaba mas pálida y los zombies se acercaban a ellos desde ambos extremos del vehículo.

–¡¡Carley, vete, yo ya estoy acabado!! –gritaba el chico con el cuello cubierto de sangre y con lágrimas en los ojos

–¡No!, no puedo dejarte aquí Liam... –contestó la chica intentando poner en pie a Liam.

-No..Carley..yo..yo no puedo... –dijo el chico al tiempo que pegó un empujón a la chica.

–Pero aun podrás salvarte,seguro que hay alguna forma, recibiendo tratamiento médico o ...

–¡¡No!!, seamos realistas, me volveré en uno de estos monstruos y lo sabes, ahora vete.... - dijo el joven

–Lo siento Liam...

Carley salió por una ventana rota del autobús y salió corriendo por la carretera cuando escuchó gritar a su compañero, pudo ver a través del cristal como los zombies se avalanzaban a devorarle, la chica se fue corriendo aguantando sus lágrimas, sabía que no podía hacer nada por él. Lo último que pudo ver Liam antes de morir por los mordiscos de los zombies fue a una niña de traje blanco, decorado con flores carmesí de diversas formas, pelo largo y negro que le sonreía con una sonrisa enfermermiza y con la boca manchada de la sangre de Liam....

Mientras tanto, en la iglesia, Emi agarró con una mano su ametralladora P90 y disparó a la monja que atacaba a Débora, mientras que con la otra mano agarró del brazo al zombie que retenía a Morís y tiraba con fuerza del brazo del no muerto, gracias a esta doble acción por parte de Emi, Morís y Débora se pudieron liberar de los zombies que los atraparon.

Lo único malo fue que los zombie que estaban en la iglesia estaban a menos de un metro de Emi, uno de ellos se adelantó al resto y agarró a Emi por los hombros, esta forcejeó con el no muerto agarrándolo con sus dos manos del cuello y evitando que este le mordiera en el cuello. Débora agarró su pistola P226 y apuntó al zombie a la cabeza, tras unos segundos calibrando su puntería para no fallar el tiro apretó el gatillo y una bala atravesó el cráneo del zombie

–¿Estás bien? –preguntó Débora

–Si, gracias –contestó la joven.

Entonces miró al frente y se dio cuenta que el resto de los zombies estaban al lanzarse hacia ella, entonces Morís corrió hacia ellos y cuando estuvo cerca de los zombies utilizó un placaje haciendo que todos calleran de espaldas al suelo.

–¡Vamonos! –gritó Morís mientras salía corriendo hacia una salida trasera, a este lo siguió Emi

–Descansa en paz Clara... –dijo Débora mirando el cadáver de aquella monja zombificada.

Acto seguido salió corriendo en dirección hacia Emi y Morís. Los tres salieron de la iglesia y continuaron corriendo durante un buen rato. Llegaron hacia una verja que se encontraba derribada en el suelo, al fondo vieron algún que otro zombie muerto, un muro con salpicaduras de sangre ,a un lado del muro una puerta metálica y lo que parecía ser un gran bolso negro.

–¡Chicos! –la voz de Nicole advirtió a Morís, Emi y Débora.

Estos se giraron y vieron a Nicole, Nick y Carley saliendo de un callejón corriendo.

–Me alegro de esteis bien –dijo Morís con una sonrisa una vez que se acercaron a ellos

–¿Y Liam? –preguntó Emi

–Él... no lo consiguió...–respondió Carley con la cabeza agachada

Todos se quedaron un momento en silencio lamentados por la pérdida del joven.

–Tenemos que continuar... - dijo Nick rompiendo el silencio.

Sin contestar todos asintieron y continuaron hacia el muro, allí encontraron una bolsa negra que tenía varias cosas, algunos alimentos enlatados, un mapa de la ciudad, una brújula, alguna botella de agua, dos walki talkies, unas esposas con una llave, un pequeño botiquín y una caja de cerillas.

Nicole estuvo examinando todo, parece que alguien había dejado eso ahí por algún motivo, cogieron lo que les podían servir, el mapa, lo que quedaba en el botiquín y los dos walki talkies,el resto lo dejaron en la bolsa.

–Chicos, la puerta esta no se abre, parece que la cerraron desde el otro lado... –dijo Nick volviendo a donde estaba el grupo.

El resto estaba mirando el mapa, Nicole apuntó con el dedo donde se encontraban y en donde estaba el helipuerto, aun les quedaba algo lejos.

–Bien, ya sabemos por donde ir, ¿por qué no vamos por esta calle para acortar camino? –propuso Emi señalando con el dedo la calle a la que se refería.

–Es una buena idea, precisamente no tenemos tiempo que perder como para coger caminos largos –contestó Morís

El grupo tras un rato charlando por las calles que pasarían guardaron las cosas en la bandolera de Emi y se giraron, nada mas hacerlo vieron a una chica pasando a lo lejos andando por una calle. Pensaron que se trataría de un zombie que no se percató de la presencia del grupo, pero este andaba como una persona normal y a paso ligero, algo les hacían sospechar de que podría tratarse de un superviviente y no un zombie. El grupo salió corriendo hacia la calle por la que cruzó, que resultó ser la misma por la que tenían que ir.

–¡Oye!, ¡nosotros también somos supervivientes, espera! –gritó Nicole cuando ella y el grupo llegó a la calle y la vieron caminando por la carretera sola.

Esta se giró y al ver al grupo salió corriendo entrando en un callejón.

–¡Vamos tras ella! –gritó Débora.

El grupo enseguida salió corriendo hacia donde se metió aquella chica. Tras meterse por el mismo callejón vieron a la chica corriendo, estos continuaron siguiendola sin detenerse, todos salieron del callejón y cuando lo hicieron perdieron a la chica de vista.

–¿Dónde está?, no pudo ir muy lejos, casi la habíamos alcanzado –dijo Nick mirando a todas direcciones.
Entonces escucharon un ruido que provenía detrás de un coche, el grupo se acercó rodeando el coche y al hacerlo vieron a la chica escondida detrás de él.

–¡No me hagais daño, no quiero volver a ese lugar!, ¡por favor! –decía la chica de rodillas en el suelo al ver que entre todos la rodearon evitando que escapara.

–¿Qué dices?, oye nosotros no somos gente mala, solo unos sopervivientes que queremos escapar de la ciudad, no te vamos hacer daño, ¿de que huyes? - le respondió Nicole ayudando a la chica a ponerse en pie.

–De..de Esgrip, ¡sus soldados me buscan! –gritó la chica,a quel nombre hizo que todos los miembros del grupo se miraran entre ellos.

-¿Por qué te persiguen? –le preguntó Emi

–Ellos experimentaron conmigo, al igual que con otros dos chicos que conocí en las instalaciones secretas de Esgrip.

Justo cuando Nicole estaba al abrir la boca para decir algo, Carley la interrumpió alterada

–¡¡Mirad arriba!! –gritó mientras con el dedo índice señalaba al cielo

Todos miraron hacia arriba y con terror vieron aquella dos veloces estrellas fugaces que iban directas a la ciudad.

–Ya están aquí... –murmuró por lo bajo Nicole

Aquellas estrellas brillaban como ninguna otra lo hacía en el oscuro firmamento, eran los misiles que estaban al purgar media ciudad...

Nicole miró su reloj, este marcaba las 5:57 de la mañana, la joven expresó una cara de asombro y tmiró hacia atrás gritando que se pusieran todos a cubierto. El grupo salió corriendo lo mas rápido que podían para evitar la explosión, solo pasó unos escasos 3 minutos cuando el grupo sin dejar de correr se percató que por unos instantes la noche se volvió en día, el grupo miró hacia atrás y una cegadora luz hizo que cerraran los ojos unos escasos segundos.

Cuando la luz perdió fuerza y abrieron los ojos, una onda explosiva anunció que el infierno se desató sobre la pobre ciudad de Stone City. Nicole vio con espanto como a lo lejos, una enorme llamarada comenzó a extenderse por la ciudad devorando todo a su paso, acompañado de un ensordecedor ruido de la explosión. Justo entonces la poderosa onda explosiva, acompañada de un viento abrasador recorría a una velocidad increible toda la zona de la ciudad que iba a ser purgada. Nicole y los demás no les dio tiempo a reaccionar cuando la destructiva onda los alcanzó, haciendo que todos salieran volando por los aires varios metros y sintiendo como aquel viento abrasador que les provocaba un ardor en la piel, para acabar todos separados y cayendo en zonas aleatorias.

El cuerpo de Nicole impactó con fuerza sobre el capó de un coche, Morís y Nick chocaron contra una pared de ladrillos, Emi, Ashley y Débora calleron al suelo tras salir despedidas varios metros y Carley atravesó la vidriera de una tienda. Todos comenzaban a retorcerse de dolor en el sitio como si fueran gusanos, llenos de moratones y cortes intentaban ponerse en pie. Nicole nada mas bajarse del capó del coche cayó de rodillas al suelo, su cuerpo se resentía al impacto y le temblaba por el fuerte golpe, su cuerpo no paraba de quejarse a pesar de que esta intentaba ponerse en pie, pero al menorintento sentía un dolor atroz en la espalda.
La temperatura en la zona había aumentado o eso le parecía a los supervivientes, el panorama era desolador, los edificios de la zona en la que habían sobrevivido alejándose lo suficiente del radio de explosión, se vio afectada por la onda expansiva, casi todos los vehículos habían salido volando por los aires, no quedaba ni una sola ventana intacta en casas y comercios, todas habían quedado destrozadas.

–¡Chicos!, ¿¡os encontrais todos bien!? –gritó Nicole mientras se ponía en pie apoyándose en el coche en el que había impactado.

Todos, poco a poco comenzaron a contestar a Nicole que se encontraban bien mientras caminaban hacia ella reagrupándose todos, el aspecto de los supervivientes era lamentable, llenos de cortes que emanaban pequeños rios de sangre, moratones, cogeando, con las ropas sucias y algo rasgadas.

–¿Y Carley? –Preguntó Nicole cuando el grupo se reunió

–Antes de que la onda expansiva me alcanzara a mi vi como la lanzó hacia aquella floristería –Respondió Emi señalando con el dedo a dicho lugar.

La floristería estaba en la acera de la derecha, a unos pocos metros, cuya vidriera estaba completamente rota. El grupo, encabezado por Nicole, entró en el interior de la pequeña tienda. Multitud de flores como rosas, claveles o tulipanes estaban despedigados por el suelo de la tienda, junto a vidrios rotos, charcos de agua y maceteros entre otras cosas. El grupo visualizó un rastro de sangre y entre las sombras se toparon con Carley, apoyada en una esquina de la pared, el grupo se acercó apresuradamente y cuando mas cerca estuvieron, se quedaron sorprendidos al ver el cuerpo de la chica con fragmentos de cristales clavados en diferentes partes del cuerpo y varios ríos carmesís teñían su vestimenta y desbordaban el un gran lago de la misma coloración en el suelo.

–Dios mio... –Fue lo único que pudo decir Nick al verla respirar con dificultad.

Fragmentos de cristales de diferentes tamaños le atravesaban las piernas, brazos y un gran franmento estaba insertado cerca del corazón, su rostro, lleno de cortes sangrantes como su extremidades decoraban su pálida piel. La chica abrió los ojos y estos desbordaron en lágrimas, respiraba con dificultad. El grupo miró el gran fragmento de cristal que atravesaba a Carley, no sabían que hacer, todos sabían a la perfección que quitándole o no ese cristal acabaría por morir desangrada, carecían de medios médicos para poder salvarle la vida.

Carley pudo adivinar por las expresiones de los rostros de sus compañeros que su aventura había llegado al final. Intentó decir algo a sus compañeros, pero le fue imposible, expulsó sangre por la boca.

–¿¡Qué hacemos joder!?, ¡esto no puede estar pasando coño! –gritó Nick llevándose ls manos a la cabeza mientras no paraba de moverse de un lado para otro entre sus compañeros, le dolían aquellos cortes y moratones, pero mas le dolía aún ver a su compañera agonizando y que no fuera capaz de hacer nada.Carley paseaba su mirada por los rostros nerviosos y apenados de sus compañeros.

–Tenemos que hacer algo, no podemos dejarla aquí y que siga sufriendo hasta que termine de desangrarse... –respondió Nicole cortando la tensión del ambiente.

Sus compañeros la miraron, incluyendo la propia Carley, las palabras de Nicole habían sonado de una forma rara y fue cuando esta instantes después de atraer todas las miradas, desenfundó su pistola y miró a Carley. El grupo no pudo evitar con sorpresa a Nicole por lo que iba a hacer.

–¡Nicole espera, tiene que haber otro modo! –Se apresuró a decir Emi agarrando del brazo a Nicole

–No hay otro modo Emi y lo sabes y aun que lo fuera, ¿crees que viviría mucho en esta ciudad?, ella solo sería un estorbo –le contestó Nicole

El grupo reaccinó con las palabras de Nicole, pues pensaron que sonaron algo fría por lo llamar a Carley estrobo

–¿Peró que coño estás diciendo?, ¿te estás escuchando Nicole? –intervino de nuevo Emi

–¿¡Crees que estoy agusto por quitarle la vida aun compañero!?, ¿¡eso es lo que crees joder!?, ¡solo intento ser realista coño, si por mi fuera no lo hiciera, pero en el remoto caso que pudieramos sacarla de aquí se volvería como un cartel de luces de neón para los zombie que les indicaría donde hay carne fresca –Le gritó Nicole a Emi mirándola fijamente y con los ojos cargados de lágrimas

–Nicole tiene razón... –la voz de Morís intervino de pronto.

–Morís... –Emi miró incrédula a su compañeros

–Piensalo bien, Carley está sangrando, esos seres tiene un gran olfato y se verían atraidos por la sangre de Carley, además de que habría que cargar con ella, por lo que nos retrasaría y si nos vieramos rodeados no podríamos escapar con rapidez de los monstruos, por no decir que nos escasean los medicamentos y habría que estar atendiendo a sus heridad cada cierto timpo para que no se infectaran... –concluyó Morís mirando a Carley con un mirada triste

–Y no solo eso, tenemos una niña de la que cuidar, no podemos ser el centro de atención de los zombies –Contestó Débora mirando a Ashley, quien estaba abrazada a ella siendo el centro de todas las miradas.

Emi soltó el brazo de Nicole y retrocedió unos pasos, con la cabeza agachada. Entonces Nicole miró hacia atrás y encontró la mirada de Nick, este asintió con la cabeza y Nicole volvió a mirar a Carley quien estaba cada vez mas pálida. Nicole dio un par de pasos hacia Carley y le apuntó a la cabeza con su pistola

–Carley, es lo mejor que podemos hacer por ti, por favor perdoname... –dijo Nicole al tiempo que se le saltaron unas lágrimas

Tras mirar por última vez los rostros abatidos de sus compañeros por aquella difícil decisión, una media sonrisa se dibujo en el rostro de Carley, por último miró a los ojos llorosos de Nicole, con una mirada triste asintió con la cabeza lentamente sin dejar de llorar.

Nicole tras unos segundos con la mirada clavada en el cansado rostro de Carley apretó el gatillo, acabando con su sufrimiento. Momentos después, el grupo había abandonado la floristería y nadie se había atrevido a hablar en todo el tiempo que habían estado caminando hacia el centro de la ciudad.

–El misil que terminará por destruir la ciudad caerá en el centro de la ciudad, es decir, donde estamos nosotros a las 14:00, no os olvideis, tenemos que buscar esa maldita base de la ciudad, solo nos salvaremos de la explosión si nos refugiamos en el búnker que hay allí –Dijo Débora cortando el silencio.

El grupo asintió sin decir nada.


–¿Por qué va a explotar la ciudad?, ¿que fueron esos misiles que han destruido gran parte de la ciudad? –Se decía Ashley

La chica iba con el grupo por ir algún sitio, ella no decidió ir con ellos, pero estos la obligaron a ir con ellos, además no tenía a donde ir y en un principio también había pensado en ir al centro de la ciudad. Ashley no entendía nada, ni quienes eran aquellas personas con quienes iban, ni porque cayeron unos misiles, entre otras cosas que la mantenían confusa.

–Paremos un rato, deberíamos descansar un poco y revisar el mapa –Dijo Morís

El grupo se detuvo en frente de un restaurante que tenía en el exterior varias mesas con sillas. Morís y Nick se sentaron en unas sillas y extendieron el mapa que encontraron en aquella anteriormente en la mesa y comenzaron a revisarlo viendo por donde tenían que ir, mientras que Débora y Emi, en otra mesa comenzaban hacer un recuento de las cosas que llevaban en la bandolera de Emi. Nicole vio a Ashely sentada sola, apartada del grupo.

Ashley estaba mirando la zona en la que estaban, desierta, silenciosa, solo estaban ellos en aquel lugar. Entonces la chica se dio cuenta de que Nicole se sentó en la silla que había delante de ella y apoyando los brazos en la mesa que habia entre ambas.

–Oye, creo que no nos presentamos antes, todo ocurrió muy deprisa –Le dijo Nicole a Ashley con una voz calmada y una tierna sonrisa.

La chica miró con desconfianza a Nicole, no sabía si era buena gente, pero se decidió a hablar.

–Soy Ashley –Dijo la chica con un leve hilo de voz


–Yo soy Nicole. ¿Ves el barbudo de allí?, ese es Morís, el negro musculoso es Nick, la japonesa es Emi y la otra es Débora. Es un placer conocerte Asheley –Dijo Nicole volviéndose a Ashley tras apuntar con el dedo a sus compañeros a medida que decía sus nombres

La chica se quedó en silencio y Nicole suspiró

–Mmmm ¿estás bien? –Interrogó a Ashley al ver algunos moratones en la chica

–Si –Respondió esta de forma seca

Nicole sabía que la chica no confiaba en ella ni en sus compañeros, lo cual era razonable. Nicole sonrió y volvió a intentar a seguir con la comvesación

–Bueno, ¿que te parece si nos conocemos mejor?. No somos gente mala, somos buena, te protegeremos ¿vale?, al fin y al cabo es o era antiguamente mi trabajo, antes era policía, al igual que Morís y Emi.

Ashley asintió con la cabeza a la pregunta que le hizo Nicole

–Bueno, ¿y tus padres?

–Ellos... han muerto, es lo mas probable...

Ashley recordó entonces la grabación de su madre, el grito de esta y el gemido de un muerto viviente, su padre. Ashley se había recreado en la cabeza la situación y había dado por asentado que no habría sobrevivido.

–Lo siento... mis padres también murieron, pero hace mucho de ello. Mi única familia cercana es mi hermanastra, Michaela. Es gracioso desde mi punto de vista... mi única familia y hace unas horas nos encontramos e intentó matarme...

–¿Por qué haría eso? –preguntó la chica

Entonces Nicole sonrió para sus adentros, Ashley le preguntó exactamente lo que ella quiso

–Esgrip

Ashley se sorprendió y su rostro hizo una extraña mueca de miedo, como si su memoria comenzara a recordar cosas horrorosas que le habían sucedido por dicha corporación. Nicole percibió su reacción y decidió lanzarse a preguntar.

–Dime, antes dijistes que escapabas de Esgrip ¿no?, que había experimentado contigo y otros dos chicos. ¿Podrías hablarme sobre por que te busca?

La chica no contestó, ocultaba algo que le daba miedo contar. Nicole al no obtener respuesta suspiró y decidió volver a intentarlo contándole lo que ella sabía del tema.

–Verás, por culpa de Esgrip ocurrió todo esto, eso es lo que averiguamos mediante Michaela, quien trabaja para esta corporación y tenía unas misiones que cumplir. Pero resulta que nos encontramos en unos laboratorios secretos que había en el ayuntamiento y descubrí sus planes. Fue entonces cuando me contó que Esgrip fue la causante de la infección zombie por un accidente que tuvo con sus experimentos y que para no dejar pruebas decidió destruir la ciudad. Después intentó matarme, ambas luchamos y estuvo al acabar conmigo de no ser por la ayuda de Nick. Michaela consiguió escapar y no pude hacer nada para detenerla.

–¿Qué mas sabes?, por favor, sigue contando –Le pidió la chica escuchando atentamente

–También sabemos que Esgrip vigila a unos supervivientes, no se con que motivos, pero los estuvo vigilando por las cámaras de la ciudad, son tres grupos, desconozco si siguen vivos o muertos. Esto lo descubrimos en la estación de la policía, en unos documentos que alguien se dejó allí. Pero al parecer a nuestro grupo no lo vigilan, de momento, desde mi encuentro con Michaela temo que ahora estén detrás nuestra. Tengo los documentos que demuestran la implicación de la corporación con lo ocurrido en la ciudad y no querrán que escape de la ciudad con ellos...

–Hay algo que no sabes... –Dijo Ashley tras unos momentos de silencio

–¿A que te refieres? –Preguntó Nicole clavando su mirada en los ojos de la chica

–Lo de la ciudad no fue culpa de Esgrip... –comentó de nuevo esta, pero volviendo a quedarse en silencio

Fue entonces cuando Nicole y Ashley se percataron de que el resto del grupo se acercó a ellas.

–Ya hemos terminado de revisar la ruta Nicole –Dijo Morís

–Y también comprobamos los suministros, seguimos escasos de balas y medicamentos, en cuanto a alimentos tenemos por suerte lo justo para cada uno... –Anunció Débora colocándose al lado de Morís

–¿Qué?, ¿ya se digna a hablar la chica? –Pregunto Nick situandose de pie al lado de Nicole

–Si, se llama Ashley y le estuve informando sobre lo que descubrimos de Esgrip. Me iba a contar algo importante sobre como ocurrió el desastre en la ciudad. Ashley, por favor, continúa.

–Yo fui la culpable de la caida de Stone City... –Reveló tras unos momentos en silencio

Todos aguardaron silencio, mirando sorprendidos a Ashley sin terminar de creer lo que aquella joven decía.

–Explícate –Dijo Nicole

–No se como ocurrió... todo fue durante una época de desapariciones de niños en Stone City, hace varios meses.

–Si, lo recuerdo, hubo una oleada de extrañas desapariciones de adolescentes en la ciudad. Yo, Morís y Emi estábamos en el caso de aquellas desapariciones, pero nunca dimos con ningún desaparecido, ni vivo ni muerto, simplemente desaparecieron y nunca se encontraron... –Respondió Nicole lanzando una mirada a sus dos compañeros.

–Exactamente, yo fui una de las muchas y muchos adolescentes que desaparecieron en la ciudad. Un día, regresando a casa por la noche de estar con unas amigas, de entre las sombras salieron unos hombres y me taparon la nariz y la boca con un pañuelo, este tenía una sustancia que me hizo quedarme completamente dormida. Cuando desperté, solo recuerdo una sala blanca con aparatos raros, yo estaba en una camilla y con un montón de cables conectados a mi cuerpo.

Ashley se quedó unos momentos en silencio, con los ojos cerrados, visualizando aquellos momentos en su mente y sintiendo las miradas de Nicole y el resto de sus compañeros.

–Pasaron los días, aquellos científicos seguían haciendome pruebas desagradables, inyectandome cosas extrañas. Intenté escapar de aquella prisión blanca en varias ocasiones, pero fue imposible. Cierto día, la puerta se abrió y no había nadie al otro lado, tras un rato pensando en si salir o no por si fuera algún tipo de trampa, decidí salir.

–¿Intentastes escapar? –Preguntó Emi

–No, no pude. Los días pasaron, me dejaban salir de mi habitación durante un determinado tiempo, por mas que intentaba buscar alguna salida, siempre encontraba algún soldado armado que no me dejaba pasar a donde quisiera. Tenía un límite siempre, no me dejaban recorrer a mis anchas, habían zonas por las que no me dejaban pasar y otras por las que si y siempre estaban pendientes de mis movimientos, pensaba que estaba sola.

–¿Pero no dijistes que no fuistes la única con quien experimentaron? –Preguntó Nicole

–Exactamente, no fui la única. Cierto día conocí a dos personas mas o menos de mi edad que al parecer, ya se conocían ya que los encontré juntos. Un chico de 18 años, Matt y una chica de 14 años, Maya.

–¿Maya?, ¿de que me suena ese nombre? –Pensó Emi intentando recordar de que le sonaba el nombre sin dejar de atender a la historia de Ashley.

–Con ellos también habían experimentado. En Maya no se le apreciaba nada físicamente, al igual que a mi, pero Matt había cambiado físicamente, su cabello había adaptado otra coloración y su piel se volvió algo mas pálida que la mia o la de Maya. Por lo que sabiamos Maya y yo, Matt llevaba mas tiempo allí que nosotras dos, pues nos reveló que había descubierto que los adolescentes que desaparecieron había sido por culpa de la corporación llamada Esgrip, además de que los usaron para sus experimentos y todos menos nosotros tres habían muerto o mutado a un engendro. Nosotros tres adaptamos el virus que nos introdujeron a nuestro organismo, dotándonos de habilidades especiales, pero a diferencia de mi y Maya, Matt fue el único que sabía usar sus habilidades.

–¿A que te refieres con habilidades? –Preguntó Débora curiosa

Ashley se quedó en silencio, no sabía si hablar o callar, lo que iba a contar sonaba muy irreal, imposible y dudaba que aquella gente la creyeran

–Matt por lo que me contó que descubrió mediante los informes que los científicos hacían sobre la evolución del virus en su organismo y lo que descubrió por su cuenta fue que tuvo una gran evolución, dotándole de una mejora de sus sentidos del oido y la vista, una fuerza, velocidad y regeneración celular superiores a la de un humano, su inteligencia también se desarroyó mucho. Cada ciertos tiempo a todos nos sometían a diversas pruebas, pero las mias y las de Maya eran distintas a las de él.

–¿A que te refieres con distintas? –Preguntó Nicole

–Matt fue el único de los tres que supo usar sus poderes libremente, el virus se adaptó con éxito a él y rápidamente supo controlar las habilidades que este le otrogó, por lo tanto, los que trabajaban para la corporación, decidieron dar un paso mas con él, sometiendolo a duras pruebas físicas, probandolo en combate y con ello el uso de sus habilidades, como si fuera un monstruo mas. Si no lograba el objetivo de las pruebas a las que lo sometían le castigaban dándole una paliza entre unos cuantos soldados o encerrándolo en una celda como la de los monstruos que creaban, sin darle de comer y beber en todo el día, sin una cama en la que dormir, solo el duro suelo, sin luz, oculto en las sombras escuchando los gritos de los monstruos que cerraban las celdas de su alrededor.

Ashley guardó silencio, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas al recordar lo que vio en aquel lugar y el trato que le recibía aquel muchacho como castigo a las pruebas inhumanas a la que le sometían y en las que un humano normal probablemente hubiera muerto.

–Recuerdo haber oido a trabajadores hablar sobre Matt, era el soldado perfecto que la corporación buscaba, pero este seguía oponiendo resistencia a trabajar para laorganización. En un principio no entendí nada, pero con el tiempo descubrí que yo, Maya y Matt eramos un experimento para crear unos super soldados, una raza de humanos perfecta que no fuera tan débiles como la especie humana, la cual era tan frágil como un cristal, débiles de cuerpo y mente que sucumbía con facilidad a la muerte. Yo y Maya seguimos con nuestras pruebas, tumbadas en camillas mientras usaban extraños artilugios con nosotras. La difrencia es que nosotras aun no fuimos capaces de desarroyar bien nuestras habilidades, supongo que por eso no nos hacían aquellas pruebas tan horrorosas como las de Matt...

Todos quedaron en silencio, solo mirando a Ashley para que continuara hablando, todo sonaba tan irreal que no sabían sin creerla o no, pero en los tiempos que corrían, con una ciudad infestada de monstruos y muertos vivientes, ya nada parecía imposible.

–Los días, semanas y meses pasaron, las pruebas y torturas seguían, cada vez mas intensas, tanto yo como Maya comenzábamos a aprender a usar nuestras habilidades, pero no las dominábamos a voluntad como Matt y quien sabe si eso era lo mejor, si aprendieramos a usarlas, nos someterían a las mismas pruebas que a Matt. Él cambió con el tiempo, encerrándose así mismo y un profundo odio hacia la corporación creció en él, con el tiempo habíamos dejado de ver a Matt con tanta frecuecia como antiguamente. Su odio creció mas tras saber que la corporación había matado a sus padres tiempo atrás, no solo para experimentar con él, también por que sus padres intentaron escapar de Stone City, lejos de Esgrip y revelar a la justicia los macabros experimentos ilegales que hacían desde las sombras.

Ashley guardó silencio, su historia estaba llegando al final y cada vez se sentía peor al recordar todo el tiempo que estuvo allí dentro con sus dos compañeros.

–La personalidad de Matt era cada vez mas fría, solo parecía estar bien a nuestro lado y siempre intentaba parecer lo mas humano posible, odiaba aquellas habilidades sobre humanas, él decía que ya no era humano, no era mas que un monstruo de laboratorio al que usarían para su beneficio. Cierto día él descubrió una forma de escapar y disimuladamente ideó un plan que decidimos realizar. Si... todo parecía perfecto, pero algo salió mal... Matt había conseguido una llave maestra con la que abrió las cerraduras de nuestras habitaciones y decidimos escapar por la noche, sorteando las cámaras de vigilancia y evitando a los pocoss soldados que había vigilando. Mientras huíamos Maya y yo, lideradas por Matt, un perro, un Doberman de unos de los soldados nos descubrió y comenzó a ladrar, entonces nos descubrieron. Los soldados nos tenían que capturar con vida, no podían dispararnos, por lo que Matt usó eso a su favor y atacó al soldado. Consiguió arrebatarle el arma y acabar con él. El problema vino cuando el perro se soltó y fue apor Maya.

La chica paró un momento para coger aire

–Maya gritó al ver como este se lanzó hacia ella con sus fauces abiertas, pero Matt se interpuso y apretó el gatillo, pero falló... la bala penetró en un aparato extraño haciendo que sus miles de luces se apagaran... el perro se acabó lanzando encima de Matt y le mordió en el brazo, la sangre comenzó a correr con rapidez por su brazo. Maya y yo gritamos asustadas, pero teniamos que hacer algo, si no, Matt saldría muy mal parado... Maya agarró la porra que llevaba el soldado muerto en la cintura y con el comenzó a aporrear al perro en el cuerpo, mientras Matt no dejaba de gritar de dolor. Pero al final el perro, aturdido le soltó el brazo. Yo fui hacia la pistola, que se había deslizado a metro y medio de mi, la cogí y apunté al animal, nunca antes había empuñado una pistola, pero no debía de ser tan difícil, en las películas de acción los personajes las usan con faciliad. Disparé, pero fallé el tiro, volví a intentarlo, pero con el mismo resultado. Las balas se me agotaron y el perro comenzó a ladrarme...

Emi tras un momento revisando los informes que encontraron en la comisaría encontró lo que estaba buscando.

–Cuando creía que iba a saltar encima de mi, Maya gritó y Matt quedó petrificado en el sitio, como si hubiera visto un fantasma. El perro intimidado salió corriendo, yo me giré y detrás de mi se encontraba un monstruo, un ser indescriptible, su olor a putrefacción era muy fuerte y parecía ser un extraño monstruo con partes de cuerpo humanas y de insecto, una extraña quimera como las de la mitología griga. Aquel ser estaba colgando del techo, mirándome con sus profundos ojos rojos. Yo salí corriendo cuando la criatura de un salto se descolgó del techo y comenzó a ir detrás nuestra. Matt corría mas rápido que nosotras, a pesar de que corríamos cogidas a sus manos, no podíamos seguir bien su ritmo. Pero entonces las cosas empeoraron cuando no quedaba mucho para llegar a la salida.

Emi comenzó a mirar el informe que la tenía tan intrigada, se trataba del informe de Maya, una de las supervivientes a las que vigilaba Esgrip, ¿sería esa Maya la misma que decía Ashley? Se preguntaba la japonesa mientras leía por encima aquellos informes.

–Un grupo de zombies aparecieron doblando la esquina, eran soldados y científicos que trabajan en las instalaciones. Entonces una voz sonó por toda la estancia, decía algo de que el sistema de seguridad de las celdas se había desactivado por un problema en los gneradores y algunos monstruos estaban libres por las instalaciones. Entonces pensé que aquellos generadores eran los que fueron dañados por el fallido disparo de Matt al perro cuando se le fue a avalanzar encima. Pocos segundos después de anuncio escuchamos como se ordenó a los soldados nuestra captura y la eliminación de los monstruos que quedaron libres. Nos vimos atrapados por ambos caminos, el monstruo se paró detrás nuestra y nos miraba, mientras los cuatro zombies se acercaban a nosotros.

Nicole cerró los ojos un momento, entrelazó las manos e imaginando como acabaría toda la historia y en lo que desembocaría al final. Cuado abrió los ojos ya lo tenía todo muy claro, a lo que se refería Ashley con que era la culpable de la caida de Stone City...

–La criatura saltó hacia nosotros y Matt de un tirón nos alejó a Maya y a mi. El ser cayó entre los zombies, decapitando a uno de ellos. Nosotros al ver como la criatura comenzó a matar a los zombies y a devorar sus cadáveres decidimos huir sin mirar atrás. Tras un tiempo corriendo vimos a soldados luchando contra lon engendros que su propia organización creó, mientras ns manteniamos alejados de los soldados y otras criaturas que deambulaban por las instalaciones, vimos la puerta de salida. Cuando estábamos a unos metros, una valla de seguridad se cerró en nuestras narices cortándonos el paso. Entonces vimos a un hombre y una mujer andando tranquilamente hacia nosotros riendo. Maya y yo nos fijamos como en la cara de Matt se dibujó una exprsión de odio, parecía conocer a esos dos. El hombre se llamaba Marcos y la mujer.... Michaela

Nicole abrió de golpe los ojos al escuchar el nombre de su hermanastra.

–¿¡La conoces!? –Preguntó esta sorprendida

Ashley asintió con la cabeza

–Ella fue una de las interesadas en adiestrar a Matt para que una vez bajo el poder de Esgrip, formara parte de su pelotón. Y ese Marcos es amigo suyo, al parecer, ambos habían sido los que pusieron a Matt bajo aquellas duras pruebas en busca de expotar sus habilidades y por lo tanto, también eran los que permitían los castigos hacia aquel chico.

–Asi que esa bruja está relacionado con todo esto... –Dijo Nick cruzándose de brazos.

–Si. Bueno, aquellos dos fueron los que fastidiaron nuestra escapada, ambos luchaban muy bien y a pesar que Matt tenía su fuerza sobre humana y sus reflejos, no sabía luchar, cosa que a Marcos y Michaela le vino bastante bien, por mucha fuerza que tuviera, si no sabía pelear y no era capaz de encajar un golpe, de poco le serviría. Entre los dos inmovilizaron a Matt. Yo y Maya comenzábamos a escalar la valla mientras Matt gritaba que huyéramos sin mirar atrás. Un grupo de soldados apareció y Michaela ordenó a los soldados que nos capturaran mientras que Marcos sujetaba a Matt quien no dejaba de forcejear para liberarse de él y ella de un golpe dejó inconsciente a Matt. Los soldados agarraron a Maya yo salté la valla y ella gritó que escapara...

–¿Qué pasó después? –Preguntó Nick


–Yo corrí y corrí tras cruzar las puertas, corrí adentrándome en el bosque que hay a las afueras de Stone City, ocultándome entre los árboles y matorrales hasta que mis piernas no pudieron mas. Los soldados me siguieron, pero gracias a Dios conseguí perderles de vista. El tiempo pasó, ellos me buscaron durante días por el bosque, pero al final dejaron de buscarme allí, yo ya no estaba en el bosque. Quise ir a casa, pero descubrí que gente de la corporación me buscaban por la ciudad, recnocí a varios tipos que trabajaban para Esgip paseando por los al rededores de mi casa, si volvía a casa pondría en peligro a mis padres. Ya había perdido a Matt y Maya, no quería que mis padres murieran a manos de la gente de Esgrip, yo soy valiosa para la organización, soy un experimento exitoso como mis dos compañeros, no pueden permitirse perderme. Ya han pasado tres años desde aquel episodio de mi vida, estuve viviendo en diferentes sitios, siempre moviendome, ocultándome lo mejor posible, como una vagabunda iba pidiendo a las personas dinero. Vivía de lo que la gente me daba o robando a personas o en los pequeños puestos de la ciudad.

–Debió de ser muy duro vivir así –Dijo Débora mirando con ternura a la joven

–Ahora, tengo 18 años, todo aquello me ocurrió con 15. No supe de Maya y Matt y solo podía ver a mis padres de lejos, deseando poder estar con ellos, lo cual era imposible sin ponerlos en peligro. Lo único que se es que nunca perdieron la esperanza, siguieron pensando que estuviera donde estuviera, seguiría con vida... Al menos eso es lo que se cuando hace unas horas fui por primera vez a casa aprovechando el caos de la ciudad, en casa encontré una grabadora con un mensaje de mi madre en el que me hablaba dando por hecho que seguiría con vida y alguna vez volvería a casa... Pero mis padres murieron, eso es lo que entendí perfectamente por lo que escuché en ella.. Ahora, estoy sola...

Todos los del grupo se miraron conmovidos por su historia y luego la miraron a ella, con la cabeza agachada en silencio. La joven no aparentaba para nada los 18 años que decía tener, a los ojos del grupo parecía una chica indefensa de 16 años.


–No estás sola Ashley –Dijo Nicole con ternura agarrando las dos manos de la joven y mirándola con una sonrisa

–Cierto, estás con nosotros, si lo quieres, ahora podemos ser tu nueva familia –Propuso Nick apoyando la mano en el hombro de Nicole y sonriendo a Ashley

–Todos perdimos a nuestras familias y a muchos amigos, pero ahora nos tenemos los unos a los otros –Dijo Débora con una sonrisa

–¡Claro que si mujer!, tú no te preocupes, eres bienvenida a formar parte de nuestra pequeña familia –Gritó animado Morís mostrando una amplia sonrisa

Ashley y el resto miraron a Emi y esta no dijo nada, solo les respondió con una sonrisa mientras asentía con la cabeza.

–Gracias... –Respondió la chica

Conmovida por aquellas personas no pudo aguantarlo mas y rompió a llorar en el sitio como una niña pequeña, sintiendo como Nicole le agarraba con fuerza de las manos, dándole ánimo, mientras que Débora y Morís se acercaron a Ashley, se sentaron cada uno a un lado de la joven, y colocaron cada uno una de sus manos en los hombros de Ashley. Mientras, Emi y Nick contemplaron con una sonrisa, detrás de Nicole la conmovida escena de la joven llorando y el resto a su alrededor dándole ánimos, sin importar que los zombies pudieran venir atraidos por su llanto.


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